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Cuando se habla de los lubricantes, siempre se piensa en los aceites, pero en realidad hay muchas aplicaciones en las cuales se utilizan lubricantes no líquidos; de los cuales, los más conocidos son las grasas.

Una grasa está compuesta por un agente espesante y un aceite lubricante; se usa el espesante para retener el aceite, el cual desempeña el papel lubricante. Se puede considerar el espesante como una “esponja”, la cual retiene al aceite dentro de sí y lo suelta sólo bajo ciertas circunstancias; es decir, cuando la lubricación es realmente necesaria. Las propiedades de la grasa son por lo tanto vinculadas a la naturaleza y el tipo de espesante y del lubricante utilizado. Es posible usar espesantes con bases de jabón (calcio, litio, sodio, etc.), jabones complejos (calcio, litio, litio-calcio, aluminio, etc), o de otros tipos (bentona, poliurea, etc.); también se puede dispersar los aceites minerales, semi-sintéticos o sintéticos en el espesante.

Además, desde un punto de vista de producción, las grasas son más complejas que los aceites. No es suficiente mezclar unos componentes individuales, sino que hay que llevar a cabo un proceso de producción suficientemente delicado que también incluya las reacciones químicas entre los diferentes componentes empleados.

La elección de la grasa apropiada es un proceso difícil y hay que hacerlo con la ayuda del apoyo técnico adecuado, ya que hay muchos parámetros que pueden influir en el rendimiento de los productos y la maquinaria lubricados con la grasa.

Agip es uno de los fabricantes principales de grasa, y cuenta con una amplia gama que puede satisfacer las necesidades de los sectores industriales y automovilísticos.