Noticia ampliada
09/02/2022
Iberdrola continúa avanzando con su estrategia inversora en la Península Ibérica, en esta ocasión en Portugal, donde ha comenzado la instalación de sus primeras plantas fotovoltaicas en el país con 86 MW.
Se trata de cuatro plantas fotovoltaicas ubicadas en el distrito de Setúbal, al sur de la capital portuguesa: Algeruz II de 27,35 MW de capacidad instalada, Conde (13,51 MW), Alcochete I (32,89 MW) y Alcochete II (12,72 MW).
Los proyectos se encuentran en fase de construcción y dos de ellos, las plantas de Alcochete I y II, contarán con tecnología bifacial. La tecnología bifacial consigue una mayor eficiencia en la planta, ya que cuenta con dos superficies sensibles a la luz. Es decir, se produce electricidad desde ambos lados del panel, debido a que tiene una lámina transparente en lugar de materiales opacos. Un sistema de seguidores permite el movimiento de los módulos en función de la trayectoria del sol, maximizando así la captación de energía y alargando la vida útil de la planta al sufrir una menor degradación. Además, las células solares bifaciales reducen el coste medio de la electricidad en un 16%.
Durante las obras de construcción, que está previsto se prolonguen durante este año, se crearán 500 puestos de trabajo en periodos de actividad punta y una vez operativas podrán generar suficiente energía limpia para abastecer a más de 48.000 familias, evitando así la emisión a la atmósfera de 56.000 toneladas de CO2 al año.
• Compromiso renovable con la Península Ibérica
Iberdrola lleva dos décadas liderando la transición energética, actuando como agente tractor clave en la transformación del tejido industrial y la recuperación verde de la economía y el empleo. Para ello, la compañía ha lanzado un plan de inversión histórico de 150.000 millones de euros en la próxima década -75.000 millones de euros para 2025-, con los que triplicar la capacidad renovable, duplicar los activos de redes y aprovechar las oportunidades de la revolución energética que afrontan las principales economías del mundo.
En la actualidad, la compañía cuenta con una cartera de 81.800 MW renovables, de los que 17.300 MW se ubican en la Península Ibérica y unos 15.000 MW de estos cuentan con derechos de conexión.
En España, las inversiones a 2025 ascienden a 14.300 millones de euros, destinadas principalmente al despliegue de un ambicioso plan de renovables y redes eléctricas inteligentes. En España, la compañía es líder en el sector renovable con una capacidad instalada de 19.000 MW, que su plan de inversión a 2025 elevará a 25.000 MW.
Tras inversiones de 120.000 millones de euros en los últimos veinte años, Iberdrola es líder en energía renovable con cerca de 37.000 MW instalados en el mundo; un volumen que convierte a su parque de generación en uno de los más limpios del sector energético.
Con unas emisiones de 98 grCO2/kWh, que son ya dos tercios inferiores a la media europea, la estrategia de inversión en energía limpia y redes llevará a Iberdrola a ser una compañía "neutra en carbono" en Europa en 2030.
• Portugal, un mercado en expansión
En Portugal, Iberdrola da servicio a una cartera comercial de más de 870.000 puntos de suministro, cuenta con 92 MW eólicos en operación y está poniendo en marcha la gigabatería del Támega, uno de los grandes proyectos de bombeo de Europa, de 1.158 MW. Este complejo comprende tres embalses (Gouvães, Daivões y Alto Támega) y tres centrales hidroeléctricas, que irán entrando en funcionamiento progresivamente hasta 2024. De hecho, la compañía acaba de conectar a la red el primer grupo del aprovechamiento hidroeléctrico del Támega, una turbina de bombeo de 220 MW de capacidad.
El complejo será capaz de producir 1.766 GWh al año, suficiente para satisfacer las necesidades energéticas de los municipios vecinos y de las ciudades de Braga y Guimarães (440.000 hogares). Además, esta gran infraestructura renovable tendrá capacidad de almacenamiento suficiente para dar servicio a dos millones de hogares portugueses durante un día entero y contribuirá a los objetivos de descarbonización e independencia energética fijados por el Gobierno de Portugal.