• El presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el del Instituto, José Carlos García de Quevedo, han suscrito esta mañana la operación, que tiene un plazo de amortización de 12 años
• Los fondos se asignarán al complejo de almacenamiento hidroeléctrico del Támega, actualmente en construcción en Portugal, que supondrá una inversión superior a 1.500 millones de euros y suministrará energía renovable a 440.000 hogares
Madrid. Iberdrola ha logrado el mayor préstamo verde concedido hasta ahora por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), cuyo importe asciende a 400 millones de euros y su periodo de amortización a 12 años con dos de carencia de principal. La operación ha sido suscrita esta mañana por el presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el del ICO, José Carlos García de Quevedo, durante un encuentro celebrado en las oficinas corporativas de Iberdrola en Madrid.
El préstamo adquiere su condición de verde porque los fondos obtenidos se asignarán al complejo de almacenamiento hidroeléctrico del Támega, que la empresa construye actualmente en el norte de Portugal. Se trata de un proyecto que incluye la construcción de tres nuevas centrales con una capacidad total de 1.158 megavatios (MW), lo que supondrá incrementar en un 6% la potencia eléctrica total de Portugal y permitirá suministrar energía renovable a 440.000 hogares. De esa capacidad, 880 MW serán de bombeo, el sistema de almacenamiento de energía más eficiente a día de hoy, con el que se facilita la integración de las renovables en el sistema eléctrico peninsular y la sostenibilidad del mismo.
El proyecto Támega conlleva además un importante plan de acción sociocultural y medioambiental, dotado con 50 millones de euros y desarrollado en colaboración con las diferentes cámaras municipales de la región. El objetivo de este plan es contribuir al desarrollo de la zona y a la mejora de las condiciones de vida de su población -se estima que durante la construcción del complejo hidroeléctrico se generarán 3.500 empleos directos y 10.000 indirectos-, así como proteger el entorno del proyecto desde el punto de vista medioambiental.
En el marco de este programa destaca también el proyecto de recuperación del yacimiento minero de oro romano de Tresminas. A través de una inversión de 1,84 millones de euros, Iberdrola colabora con el Ayuntamiento de Vila Pouca de Aguiar y con la Dirección Regional de Cultura del Norte de Portugal en la puesta en valor histórica, patrimonial y arqueológica de la región.
Para la certificación como préstamo verde se ha contado con la opinión independiente de la agencia VigeoEiris, quien ha verificado que el proyecto a financiar sigue los Green Loan Principles. En su certificación, VigeoEiris evalúa también a Iberdrola como compañía en su conjunto en términos de ESG (siglas en inglés referidas a su comportamiento en materia medioambiental, social y de gobernanza).
Líderes en financiación sostenible
Con el acuerdo suscrito hoy, unido al firmado con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) el verano pasado, queda asegurada la financiación del complejo del Támega, cuya construcción supondrá una inversión total superior a los 1.500 millones de euros.
Iberdrola continúa avanzando así en el desarrollo de su gran cartera de proyectos renovables, a los que destinará 13.300 millones de euros durante el periodo 2018-2022. En línea con su liderazgo en energías limpias y su apuesta por un modelo energético bajo en carbono, Iberdrola cuenta con un porcentaje cada vez mayor de sus fuentes de financiación verde, tanto a nivel grupo como en algunas de sus filiales. AVANGRID, por ejemplo, que cotiza en la Bolsa de Nueva York y de la que Iberdrola controla el 81,5%, ya ha cerrado con éxito la colocación de dos bonos de este formato.
Tras ser la primera empresa española en cerrar un bono verde en abril de 2014, Iberdrola se ha convertido en el mayor emisor de este tipo de bonos a nivel empresa en el mundo y el importe total de sus bonos verdes emitidos supera ya los 9.500 millones de euros.
La empresa también ha sido pionera en la suscripción de préstamos verdes: en febrero de 2017 firmó con BBVA el primer préstamo verde para una compañía energética y en abril de 2018, en México, la primera operación de este tipo realizada en Latinoamérica, por importes de 500 millones de euros y 400 millones de dólares, respectivamente.
Además, Iberdrola realizó con un sindicato de bancos una reconfiguración de varias líneas de crédito a comienzos de 2018, por valor de 5.300 millones de euros, en la que el margen quedaba supeditado, entre otros aspectos, a la evolución de la compañía en varios criterios dentro del ámbito de la sostenibilidad. El pasado mes de marzo el grupo cerró otra operación de estas características por importe de 1.500 millones de euros. Asimismo, AVANGRID suscribió también el pasado verano su primera línea de crédito verde, por 2.500 millones de dólares
Esta estrategia de financiación está en línea además con el compromiso de Iberdrola con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
En consonancia con su actividad, el grupo enfoca su esfuerzo en el suministro de energía asequible y no contaminante (objetivo 7) y la acción por el clima (objetivo 13). Además, contribuye directamente a asegurar agua limpia y saneamiento (objetivo 6), ha aumentado su inversión en actividades de I+D+i (objetivo 9), promueve el respeto hacia la vida de los ecosistemas terrestres (objetivo 15) y trabaja por establecer alianzas para lograr los objetivos (objetivo 17). La compañía también contribuye de manera indirecta al resto de los ODS.
La operación firmada hoy afianza el compromiso del Instituto de Crédito Oficial con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Los ODS cobran especial relevancia en una institución como ICO, cuya función principal es promover actividades económicas que impulsen el crecimiento económico sostenible y la generación de empleo.
Dentro de su estrategia global, el Grupo ICO ha incluido criterios de sostenibilidad en el desarrollo de su actividad. En este sentido cabe destacar el reciente lanzamiento de la primera emisión de bonos verdes del ICO por importe de 500 millones de euros, que se destinará a financiar actividades, inversiones y proyectos de empresas españolas que contribuyan a la protección del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático.
Además de ser un emisor protagonista y catalizador de la transición del sector financiero y de capital riesgo hacia un desarrollo económico sostenible, el ICO impulsa la sostenibilidad como eje vertebrador y transversal en todas sus facetas y como parte esencial de las políticas de Responsabilidad Social Empresarial.