El sector de la construcción afronta en 2026 una nueva ola de transformación marcada por la digitalización integral, la automatización de procesos y la consolidación de tecnologías. Las empresas del sector demandan herramientas capaces de unificar información, anticipar desviaciones y mejorar la rentabilidad de proyectos cada vez más complejos. En este contexto, las soluciones de gestión empresarial (ERP y CRM) y la inteligencia artificial se posicionan como un apoyo imprescindible para impulsar la competitividad y acelerar la evolución hacia modelos más inteligentes y conectados.
“Las constructoras y promotoras necesitan operar con información fiable y en tiempo real, y eso solo es posible cuando los sistemas, los procesos y las personas trabajan dentro de un entorno digital único”, explica Iago Oro, Director de la división de proyectos de ARBENTIA. “Estamos viendo cómo el ERP, el CRM y la IA se convierten en el corazón operativo de estas organizaciones, permitiendo mejorar su productividad, reducir los riesgos y tomar decisiones más rápidas y mejor fundamentadas”.
El informe Digitalisation in Construction 2024 de RICS confirma que la adopción tecnológica presenta cierto estancamiento desde 2021, aunque quienes sí la aplican reconocen mejoras significativas; entre el 57% y el 63% de los profesionales ve avances en planificación, control de costes y seguimiento de obra. A ello se suma el análisis de DoubleTrade, que estima que la digitalización puede elevar la productividad del sector en torno al 21%, anticipando una etapa de gestión más coordinada, eficiente y orientada al dato.
Las 7 claves tecnológicas que marcarán la construcción en 2026
ARBENTIA, consultora especializada en tecnología, identifica las siete tendencias que serán determinantes en 2026 para el sector de la construcción:
Los ERP como el centro neurálgico de la gestión constructora: En 2026, los ERP especializados se consolidan como la plataforma central desde la que se gobierna la actividad de constructoras, promotoras e ingenierías, integrando planificación, control económico, mediciones, certificaciones, compras, logística, RR. HH. y seguimiento de obra en un único entorno unificado. Su implantación permite eliminar trabajo duplicado, disponer de información fiable en tiempo real y asegurar una trazabilidad completa desde la oferta hasta la entrega del proyecto. A diferencia de las soluciones genéricas, los ERP especializados incorporan procesos, estructuras de datos y flujos propios del sector, lo que permite gestionar la obra con mayor precisión y adaptarse mejor a las particularidades técnicas y económicas de la industria.
El CRM evoluciona hacia el motor estratégico de captación y licitación: El CRM adquiere un protagonismo creciente como herramienta clave para gestionar oportunidades, licitaciones, ofertas y relaciones con promotores, colaboradores y clientes, aportando una visión global del ciclo comercial e incorporando analítica para priorizar las oportunidades con mayor probabilidad de adjudicación. En 2026, su integración con el ERP y con herramientas de IA permitirá mejorar la precisión en la preparación de ofertas, acelerar los tiempos de respuesta y aumentar las tasas de éxito en concursos y proyectos privados.
La IA generativa redefine el diseño, la planificación y el control de proyectos: La IA generativa será un motor real de cambio en 2026, un año en el que se verán los resultados tangibles de los proyectos iniciados en ejercicios anteriores. Su despliegue permitirá generar alternativas de diseño optimizadas, anticipar desviaciones de coste o plazo mediante modelos predictivos y automatizar gran parte de la documentación técnica. Integrada con los sistemas de gestión y los modelos BIM, esta tecnología facilitará simulaciones más precisas, una reducción significativa de los tiempos de planificación y un notable incremento de la productividad de oficinas técnicas e ingenierías, favoreciendo proyectos más eficientes, menos expuestos a riesgos y alineados con los objetivos de rentabilidad.
Las plataformas integrales ponen fin a los silos entre equipos y fases: Las empresas aceleran la adopción de plataformas que conectan todos los flujos de información, desde documentación y planos hasta aprobaciones, certificaciones y comunicación operativa, permitiendo trabajar con datos unificados y procesos comunes. En 2026, este modelo integrado reduce tareas manuales, minimiza errores y mejora la toma de decisiones, proporcionando una visión transparente del avance real del proyecto y una coordinación fluida entre los equipos en obra, la ingeniería y la gestión corporativa.
BIM 2.0 y los gemelos digitales impulsan la gestión predictiva del ciclo de vida del activo: La evolución hacia BIM 2.0 y la creciente adopción de gemelos digitales permiten trabajar con modelos multidisciplinares conectados, capaces de simular escenarios, detectar riesgos y ofrecer información en tiempo real sobre el rendimiento del proyecto o del edificio en fase operativa. En 2026, su valor se multiplica al integrarse con ERP e IoT, facilitando una gestión predictiva del ciclo de vida del activo, la reducción de desviaciones y de los costes de mantenimiento.
La industrialización transforma la productividad y la seguridad: La construcción modular, la prefabricación, la robótica y la maquinaria autónoma impulsan el avance hacia modelos más industrializados que reducen tiempos en obra, aumentan la precisión y elevan los estándares de seguridad. En 2026, estas tecnologías ganan relevancia al integrarse con sistemas de gestión que permiten trazar la producción, controlar el coste unitario por módulo o tarea y disponer de métricas comparativas en tiempo real.
La seguridad digital y la sostenibilidad se consolidan como estándares imprescindibles del sector: Las exigencias regulatorias y la presión por reducir la huella ambiental consolidan la adopción de sensores, wearables, materiales de bajas emisiones y maquinaria eléctrica, promoviendo operaciones más seguras y eficientes energéticamente. En 2026, estas tecnologías se gestionan desde plataformas integradas que permiten medir impactos, anticipar riesgos y garantizar el cumplimiento normativo, convirtiendo la seguridad y la sostenibilidad en diferenciadores que impulsan la reputación.