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Estas experiencias negativas pueden repercutir en la experiencia de compra de los clientes, en la de los trabajadores y, por tanto, en los resultados de negocio.
Además, las grandes cadenas minoristas intensifican sus esfuerzos de contratación para satisfacer la demanda de los consumidores en estas fechas, tanto a través del comercio electrónico como en las tiendas físicas. “Durante las grandes campañas comerciales del año se crean decenas de miles de puestos de trabajo para poder mantener un alto nivel de servicio”, afirmó Mark Thomson, Director of Retail Industry Solutions en Zebra Technologies. “Pero hay que tener en cuenta el reto que supone incorporar a todos estos nuevos empleados y organizar sus horarios, coordinando los turnos del personal estacional y el de aquellos con más antigüedad, mientras se procesan de forma equitativa las solicitudes de tiempo libre.”
El Global Shopper Study elaborado recientemente por Zebra, revela que el nivel de satisfacción de los clientes ha disminuido en todo el mundo en comparación con el del año pasado, estando el de los compradores europeos por debajo de la media mundial. A los consumidores les molesta que los productos con mayor riesgo de robo se guarden en cajas de seguridad y les preocupa que se suban los precios para cubrir el coste de potenciales hurtos.
En los últimos años, también se ha producido un cambio significativo en las expectativas de los nuevos empleados, sobre todo de aquellos que pertenecen a la GenZ. Ellos valoran el aspecto económico, pero también encontrar un sentido, un propósito y un equilibrio a su vida laboral, por lo que quieren que los empresarios se preocupen por su bienestar. Muchos minoristas se están adaptando a esta nueva situación, mejorando las condiciones de trabajo e incluyendo horarios más flexibles porque reconocen que unos empleados contentos son la clave del éxito durante los momentos de más ventas del año.
Crear un entorno seguro protege a los empleados, pero también deben tener la seguridad de que su bienestar es una prioridad absoluta para la empresa, especialmente cuando las tiendas están repletas de clientes y pueden aumentar las tensiones. “Los minoristas deben asegurarse de contar con el personal adecuado en la tienda, con las competencias adecuadas y con la capacidad de mantener conectados a los trabajadores de primera línea. Este año ya no se va a tratar solo de ofrecer una buena experiencia de compra y de tener las estanterías llenas: los minoristas tendrán que mantener a sus empleados seguros. Y es que el contar con un número suficiente de empleados y tener la posibilidad de pedir ayuda puede marcar la diferencia”, añadió Thomson.
La planificación de horarios puede ser otra fuente importante de frustración para muchos trabajadores del sector minorista y responsables de programación. Algunos empleados quieren trabajar más horas, otros menos. Algunos necesitan formación y otros deben estar en planta para dar apoyo a las contrataciones estacionales. ¿Cómo podemos entonces conseguir el equilibrio entre las necesidades de la tienda, la experiencia del comprador, la vida personal de los trabajadores y la seguridad?
La clave es tener una visibilidad dinámica de los horarios y los huecos libres, tener control sobre los turnos, poder intercambiarlos o ajustar las horas según sea necesario, así como conocer más fácilmente las habilidades que tiene cada persona. Del mismo modo, será fundamental asegurar que los dependientes de las tiendas, almacenes y cajas puedan estar siempre en contacto, ya sea a través de una llamada o un mensaje de texto en tiempo real, para enviar alertas o asignar rápidamente una tarea.
“Puede que, a simple vista, estás no parezcan las herramientas más obvias para conseguir el bienestar de los empleados o frenar los delitos. Pero, imaginemos lo que sería trabajar sin ellas, esperar que una hoja de cálculo se actualice manualmente o que decenas o cientos de personas intenten organizarse simplemente con una aplicación móvil”, concluyó Mark Thomson.
Según el estudio de Zebra, ahora mismo, ocho de cada 10 empleados del sector retail en Europa (87%) están preocupados por la falta de soluciones tecnológicas para detectar amenazas de seguridad o actividades delictivas. Además, la mayoría de los consumidores (71%) están preocupados también porque las tiendas en las que compran están sufriendo un mayor número de robos y porque estas amenazas no puedan detectarse o detenerse. La tecnología puede ayudar facilitando una mejor programación y comunicación, aunque es el elemento humano el que realmente marcará la diferencia.