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Grupo Álava, líder en tecnología aplicada a distintos sectores de la industria, ha colaborado con el equipo de investigación en enfermedades alérgicas del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario Ramón y Cajal (IRYCIS) en el diseño, desarrollo y validación de un sistema para la monitorización de pacientes con alergia respiratoria, rinoconjuntivitis y asma.

Se trata de un proyecto de investigación que lleva asociada la creación de una Cámara de Exposición Ambiental (CEA) para alérgenos ambientales. Esta cámara, única en España, servirá para facilitar el diagnóstico del asma y la rinoconjuntivitis alérgica. El Grupo Álava ha sido el suministrador tanto del equipamiento de hardware como del software de control y adquisición de datos. En concreto, el generador de aerosol modelo SAG 410 de TOPAS GMBH®, y el contador de partículas Lighthouse SOLAIR Boulder®, capaz de medir partículas de entre 0,5 y 100 micras. El software, también de Lighthouse, es el LMS Express RT, y se utiliza para monitorizar el número de macropartículas en tiempo real, para mantener una concentración constante en la cámara. El generador se controla de manera manual, en función de lo que los especialistas vayan monitorizando en el software LM Express RT.

Uno de los principales desafíos del proyecto ha sido conseguir un sistema de monitorización fiable y seguro para los pacientes, y que permita a los profesionales acceder con facilidad a los datos recogidos. Para su desarrollo se ha contado con la unidad de Data Science del IRYCIS y con alumnos de Grado en Ingeniería Biomédica de la Universidad Rey Juan Carlos y de la Universidad Politécnica de Madrid, y del Máster en Aprendizaje Automático para la salud en la Universidad Carlos III.

Durante cada prueba, el paciente cumplimenta distintos cuestionarios sobre síntomas de alergia, que facilitarán la valoración de su estado durante la provocación de síntomas con la exposición controlada a alérgenos. En cada una de las exposiciones se registran síntomas nasales, oculares y de asma; y éstos se valoran según los criterios de positividad cuando el paciente los comunica. Una vez recibido el alta, el paciente rellenará formularios de manera periódica, de manera similar a como lo ha hecho en el hospital.

El proyecto ha incluido también el desarrollo de un cuadro de mando que mejora la visualización de información, ofreciendo un resumen de los datos y alertas necesarias para el control de la exposición de los pacientes.

La Dra. Belén de la Hoz Caballer, jefa del Servicio de Alergología en el Hospital Universitario Ramón y Cajal, e investigadora principal de este proyecto, destaca que “la cámara de exposición ambiental será una herramienta fundamental para el diagnóstico preciso de las enfermedades alérgicas respiratorias, permitiendo a los profesionales de la salud recrear situaciones controladas de exposición a alérgenos, lo que facilita diagnósticos más certeros y un tratamiento personalizado. Esto es especialmente valioso para pacientes con asma o rinoconjuntivitis alérgica de difícil diagnóstico, quienes ahora podrán recibir una evaluación más detallada y precisa”. Además, detalla que “con los sistemas de recogida de datos generados, ahora podemos analizar datos de manera más eficiente, lo que abrirá nuevas puertas a la investigación clínica. Esto también permitirá ofrecer tratamientos individualizados y monitorizar los avances de cada paciente de manera más precisa en tiempo real”.

Juan Rueda, vicepresidente de desarrollo de negocio de Grupo Álava, ha destacado la relevancia de este sistema para el diagnóstico de los pacientes con alergias respiratorias al polen de distintas plantas y árboles, ya que “consigue que los especialistas podrán contar con un sistema fiable para exponer a los pacientes a la sustancia que les produce la alergia respiratoria en un entorno controlado, y que además les permite recoger los datos sobre su estado. No solo en el momento de la exposición e inmediatamente posterior a ella, sino también durante las horas posteriores a la misma”.