Este carácter innovador es el que lleva a Aplimet a seguir explorando e introduciendo nuevas tecnologías, que contribuyan a promover la flexibilidad, mejorar los procesos industriales e incrementar la productividad.
• Revolución 4.0
Nos encontramos en plena revolución industrial -la cuarta-, una era de transición hacia un nuevo modelo que generará otra dinámica económica dentro de un sistema global interconectado. La digitalización de las empresas tiene efectos sobre el desarrollo de los procesos industriales, la organización y la cadena de valor. Términos como transformación digital, industria conectada, smart industry, fábricas inteligentes o industria 4.0 nos sirven para referirnos a la introducción de las tecnologías digitales en la industria. Los sistemas ciber-físicos, el iCloud, el Internet de las cosas y de los servicios, la robótica, la automatización, los productos inteligentes, la hiperconectividad, el big data y la analítica avanzada son las etiquetas que predominan en la nube del siglo XXI. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedió con las revoluciones 1.0 (máquina de vapor), 2.0 (energía eléctrica) y 3.0 (electrónica y tecnologías de la información), ahora no hemos inventado nada nuevo. Lo que hemos hecho ha sido conectar las tecnologías que teníamos a nuestro alcance para producir de forma más eficiente e inteligente, en resumen, aportar valor añadido a toda la cadena de producción.
Los sectores digitalizados mejoran su productividad con más rapidez que los sectores menos digitalizados; en concreto, en las pymes que usan herramientas digitales se observa un crecimiento más acelerado. Por lo tanto, las empresas deben asumir el reto de la transformación digital; el riesgo para las que no lo hagan será elevado, más en el caso de las pequeñas empresas y las pymes. Se estima que estas últimas forman el 97% del tejido empresarial y si no se suben al carro (o, mejor dicho, a la nube) podrían desaparecer en dos años. Pero dejemos de lado las alarmas y hablemos en términos optimistas: la digitalización podría tener un impacto positivo de 225.000 millones de euros para el año 2025, lo que supondría un incremento de un 1,8% anual en el PIB nacional; son datos obtenidos del informe 'La reinvención digital: una oportunidad para España', llevado a cabo por la consultora McKinsey&Company y la Fundación COTEC, que promueve la innovación como motor de desarrollo económico y social.
• Cadena de valor integrada
Si la industria de hoy quiere ser competitiva, debe ser productiva, flexible, ofrecer productos de alta calidad y reducir costes. Para ello, la cadena de valor integrada ofrece soluciones para planificar, programar y gestionar la producción. Aplimet es un caso claro en el que la transformación digital contribuye a la integración de la empresa en el nuevo ecosistema industrial de forma competitiva. Por ejemplo, en la fase de diseño, el trabajo colaborativo y el uso de la fabricación aditiva en 3D permite dinamizar esta parte del proyecto, reduciendo costes, ajustando el producto a las expectativas del cliente y asegurando la calidad exigida para los productos de la marca.
Otro aspecto estratégico es el control del proceso de fabricación y la trazabilidad. Los sistemas conectados mediante sensores inteligentes permiten que sea mucho más efectivo. A modo de metáfora, esta tecnología aplicada son los órganos de los sentidos de los objetos, observan y toman datos. La recogida, transmisión y análisis de esta información ayuda a predecir el comportamiento y a diagnosticar puntos débiles, lo cual permite tomar decisiones preventivas en tiempo real y con perspectiva global, acortar los tiempos de respuesta y gestionar la logística con mayor eficiencia. Esto es algo del todo revolucionario en la industria del siglo XXI.
Si bien los beneficios de la digitalización son múltiples, cabe destacar la apuesta que Aplimet ha hecho por incrementar su presencia en las redes sociales e incorporar la tecnología en sus productos (véase la serie Premium del catálogo del fabricante), lo cual permite un mayor diálogo e interacción con el usuario. Pero ¿de qué nos sirve conversar? Para conocer y comprender al otro, para descubrir cuáles son sus necesidades y, por ende, anticiparnos.
Por último, la tecnología digital juega un papel fundamental en uno de los puntos diferenciales de Aplimet: la personalización. El intercambio de información y el manejo de los datos con inteligencia acentuará uno de los aspectos que sitúan a Aplimet como pionera en su sector.
Texto: Alba Irigoyen Gómez